viernes, 10 de agosto de 2012

Hábitos


¿Qué es un hábito?
Es una conducta la cual repetimos muchas veces hasta que llega a formar parte de nuestra rutina diaria. Estas conductas llegan a convertirse en actividades que realizamos casi sin darnos cuenta, de manera automática. Por ejemplo, lavarse los dientes, peinarse, tender la cama, ordenar el cuarto.

Cómo se forman los hábitos en los niños?
Es muy importante que nuestros niños aprendan ciertos hábitos desde temprano, para lo cual necesitamos seguir ciertas pautas:
1. Que el niño observe la conducta en otras personas, especialmente en papá ó mamá. El aprendizaje por observación es mucho más efectivo.
2. Que el niño imite la conducta.
3. Que conozca cuál es su función. Debemos explicarle para qué sirve determinado objeto, por qué es beneficioso que haga lo que le estamos pidiendo, de esa manera llevará a cabo las conductas que le estamos enseñando entendiendo por qué y no simplemente actuando mecánicamente.
4. Es importante que los padres seamos constantes.
5. Luego de un tiempo de estar pendientes de hacerlo con él, es importante darle la responsabilidad de que lo haga solo, y en caso no cumpla, que asuma las consecuencias.


Un ejemplo: Si queremos instaurar en él el hábito de lavarse las manos antes de comer podríamos seguir los siguientes pasos:
1. El niño observa que nos lavamos las manos antes de comer.
2. Lo ayudamos a lavarse las manos antes de comer.
3. Le explicamos que debemos lavarnos las manos para así evitar enfermedades ya que durante el día se ensucian.
4. Le decimos que no se le va a permitir comer si es que no se ha lavado las manos (esta regla la deberán cumplir TODOS los miembros de la familia)
5. Durante varios días le recordamos que debe lavarse las manos antes de comer.
6. Lo elogiamos cuando lo hace.
7. Cuando no lo haga, le recordamos cuál es la regla, debemos ser firmes y con cariño explicarle que no deseamos que se enferme por comer con las manos sucias. Es importante que el niño entienda que no es un capricho sino que la consecuencia es dañina para él.

No es recomendable gritar ni emplear castigos físicos para crear un hábito, debemos darle razones valiosas. Tampoco premiar al niño con golosinas, dinero ó prometiéndole llevarlo a algún lado ya que él no debe condicionar el buen comportamiento con una recompensa tangible sino porque es saludable y beneficioso para él. Cuando una conducta se refuerza mediante premios como abrazos, elogios, cariño, etc., las probabilidades de que esa conducta se repita son mucho más altas.

La mayoría de los hábitos tales como levantarse temprano para ir al colegio, guardar los juguetes en su sitio, ordenar la ropa, hacer la tarea, etc., se establecen siguiendo estos pasos.

Nuevamente, la constancia y paciencia son claves para que el niño integre estas actividades en su rutina diaria. Instaurar un hábito puede demorar algunos meses, pero si somos constantes y pacientes, una vez logrado, formará parte de la rutina del niño y lo hará sin problemas.


Verónica Newton - Dpto de psicología



Referencias:
http://www.presencias.net

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